La piel es límite de fronteras envenenadas
Esas que recorren los cuerpos que no pudieron defenderse
Son cuerpos huecos
Que se desconocen en los pasillos infames
Encierran mi cuerpo
Desconozco mis huesos
Aún me queda la imaginación para recordar el afuera
Y la que era
Es la lengua que me enseña a preservarme
aquella que permite filosa rescatarme
Sí, maté pero no soy asesina
Me suicidaron el cuerpo
Mas no silenciaron mi voz
Mutilada por las cicatrices de mis compañeras
Recluida y torturada por las carceleras
No existe la ley –sí con minúscula-
Sí, maté pero en defensa propia de mis ideas
Me defendí
No me matarán
Mientras tenga voz y poesía
Soy libre en mis huesos oxidados
Soy libre en mis pensamientos
Estoy quebrada
Pero no muerta
Mi cuerpo responde en eco
al rescate de mi conciencia
Estar encerrada amiga se hace más soportable
Cuando se puede volar con la imaginación
Y ocupar la mente en apoyo
Y subvertir el orden maldito de un sistema de clausura
¡Que no se confine la huída de la reclusión!
Publicado en http://lamujerrota.blogspot.com/2008/03/encierros.html
martes, 8 de abril de 2008
Encierros
Etiquetas:
cuerpos,
diversidad,
encierros,
exclusión,
género
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